Tras unos días de descanso nos encontramos con fuerzas para opinar sobre el salón del manga que se inauguró el pasado viernes 11 Abril y que cerró sus puertas el domingo, dejando así la ciudad de Jerez sumida en un caos de colores, atrezzo, gente con serias patologías y por que no decirlo con unos buenos ingresos económicos.
Llegamos a la estación de trenes de Jerez a las 10:10 con apenas poco más de una hora de viaje desde que nos montásemos en Sevilla acompañados por una horda (no se me ocurre una palabra más apropiada) que asalto el tren en busca de un asiento nada más que se abrieron las puertas de este, ante la mirada de sorpresa de los usuarios habituales de RENFE. Desde la estación el lugar destinado para el salón se encuentra a unos 25 minutos andando ( o a unos 20 minutos corriendo, como comprobaríamos al finalizar el día), así que fuimos en procesión hasta el IFECA, que era donde se celebraba. Una vez allí y tras esperar la colas pertinente para comprar la entrada (3€), cada año sube más, se están colando ya; y otra cola para esperar que abriesen las puertas.
El Cartel ganador de entre todos los propuestos, los había mejores.
Una vez dentro vemos que el salón ha crecido un barbaridad respecto a sus ediciones anteriores, y que ahora ocupa por fin la totalidad del recinto. Vemos que este espacio a sido destinado, en mi opinión de forma bastante acertada, a poner bastantes más talleres, más escenarios, más actividades, una mayor zona de juegos, y no muchas más tiendas. Desde el momento en que se abrieron las puertas el Salón ya estaba lleno de un gran ambiente, donde cada uno tenía la sensación que podía hacer hacer todo el ridículo que pudiese sin temor a una reprimenda, sencillamente por que esa es la tónica dominante en este tipo de encuentros, lo que resultaba sorprendente era encontrarte a amigos que no esperabas ver y de repente ahí estaban, empapándose del espíritu y haciendo el capullo para no dar la nota xD. Destacar que al fin conocimos a JumaX9 de
Konatafan, que acudió a nuestro encuentro en Información. A partir de este punto las opiniones de los componentes del blog discrepan, más que nada por que cada uno iba un poco a su bola y nos disgregamos para irnos con otras amistades que pululaban por el salón, aunque siempre en general íbamos juntos. Angicita, Seer y yo aprendimos a hacer un lirio de papel en el taller de origami, Will se perdió entre la maraña de tiendas en busca de posters para su cuarto, Feanor deambulaba con los compañeros de instituto y Kalitro hacia calceta en casa enfrente de la chimenea. Más tarde comimos de nuestras propias provisiones a sabiendas de que la comida del salón es injustamente cara, unos fideos instantáneos de 1 € costaban 3'5 €. Tras la parada para comer proseguimos con lo nuestro, yo un poco más nervioso por que se acercaba la hora del karaoke para el que me había apuntado para cantar
Shingo mama no oha rock. Entre tanto Seer se había apuntado con Kiko, otro amigo nuestro, a el concurso de peleas de espada, donde tras pasar la primera ronda fueron derrotados en la 2ª no sin vender caros sus pellejos en un combate épico donde Seer se calló de culo una vez mientras combatía contra dos contrincantes, en otra ocasión desarmó con un hábil giro de muñeca a su contrincante, que ya le gustaría saber como lo hizo, y Kiko dio cuenta de dos enemigos usando la dote hendidura, le dio a uno y acto seguido le hizo
trastrás al otro.
Ahora llegamos a la parte de las pegas, el concurso de karaoke estaba programado de 7 a 8, y nuestro tren, el último que iba para Sevilla salía de Jerez a las 9:48, así que en principio sin problemas. Pero es que la organización era una **** MIERDA!, y esto no podemos decir que sea nada nuevo, todos los años pasa igual. Así que a las 8:15 el karaoke aun no había comenzado, esperamos hasta y 25 para ver si me llamaban para actuar, pero nada, misteriosamente aunque estaba en la posición 5 de la lista de inscripción, lo que decidía el orden era un sospechoso numero puesto a lápiz a la izquierda del nombre. Así que tuvimos que salir corriendo del salón con agotadoras consecuencias, y llegando al tren por escasos segundos. Ayer me entere por un compañero de la facultad que el karaoke se quedo desierto, por que la mayoría de los participantes se tenían que ir en el tren. Desgraciadamente en este aspecto no creo que la organización del Salón mejore nunca.
Pero en general volvimos muy felices, muy cansados, con ideas para cosplays, con menos dinero y con más cosas que cuando fuimos. Personalmente me compré dos posters que me encantan, uno de Totoro y otro el cartel de El Viaje de Chihiro.
Otakus en Acción os espera en el próximos Salones del Manga