The Dig
Después de mucho tiempo, vuelvo para hablaros de The Dig, una aventura gráfica de ciencia-ficción que vio la luz en 1995 gracias a un guión que Steven Spilberg desechó para la gran pantalla y para la... caja tonta. Es, una vez más, de un juego de LucasArt (Monkey Island, Maniac Mansion, etc.) pero esta vez de un corte más serio, que contribuye a crear la sensación que estamos en mitad de una novela o de una película de suspense.
Todo empieza cuando en una estación espacial en Borneo se detecta un cuerpo que viaja a través del espacio en dirección a la Tierra (uy! esto es nuevo, cuéntame mas), para evitar la colisión del meteorito, bautizado como Atila, se prepara un equipo de "demolición" encargado de colocar cargas nucleares en el meteorito para evitar que impacte sobre la tierra creando una catástrofe. La tripulación del transbordador encargado se compone de 5 personas entre los que se encuentran una famosa reportera, un geólogo, un hombre todo terreno, un piloto, y una candidata al Congreso experta en equipamiento (Dios bendiga a América).
Ahora es cuando empieza lo bueno, cuando por fin sale la preciosa cruz que marca la posición del cursor, y que nos permite dar nuestros primeros pasitos en esta aventura, que por la introducción parece que va a ser una vuelta más de tuerca a un tema un tanto manido ya, con los estereotipos de siempre, y esto es lo genial, ¡es mentira cochina! Tras llevar 10 minutos jugando todas las ideas iniciales ZAS! al garete, ¿que tal si en vez de quedarnos orbitando tranquilamente a unos cuantos kilometros de la Tierra nos quedamos atrapados en una isla en mitad de la inmensidad del espacio? a mi me parece bien.
Además, todo este potente guión que se despliega de repente esta muy bien conducido por los personajes protagonistas, que si bien al principio resulta difícil empatizar con ellos, después son inolvidables, todo a través de unos diálogos excelentes creados por el mismísimo Orson Scott Card (El juego de Ender), que ya trabajo antes con LucasArts en las peleas de insultos del Monkey Island 1.
Otro punto fuerte (de los mayores) es la música del juego, sacada de la obra de Wagner, no se como bien como va eso. Es sencillamente una de las mejores bandas sonoras de videojuego porque se funde con el y son completamente inseparables, The Dig sin esta banda sonora no seria The Dig. La música ayuda a crear la atmósfera de angustia y soledad que asola a los protagonistas a través de música ambiental muy cuidada, toda una maravilla.
El juego esta completamente traducido al español, con voces incluidas. Además como dato curioso podréis jugar a una versión del clásico juego de Atari Lunar Lander en la especie de PDA que usa la tripulación, ofrece ese agradable punto de evasión cuando uno esta atascado en un punto, sobre todo si ese punto es ¡la maldita tortuga!.
Los requisitos mínimos son:
- Pentium IV a 2'6 o simil...¿tenéis 8 MB de RAM? pues ya esta.
En resumen, una de las mejores aventuras gráficas que he jugado (y son bastantes), su dificultad no es muy alta y a mi me pareció un poco corta pero bueno, no se le puede reprochar nada. Y ya sabéis, si lo queréis jugar y no os va, utilizar la plataforma ScummVM.
"In the Dead of Space, Something is Alive"